Como refugiado, chocara con el idioma y las costumbres, y, sin embargo, sera capaz de entablar una preciosa amistad con Monsiur Bark, encontrándose en el parque para conversar sin palabras.

...y coloca a la niña en su regazo. La pequeña ha abierto os ojos. Su abuelo le sonríe.
---Soy tu abuelo---le dice---, y tú y yo estamos solos, somos los dos únicos, los dos últimos. Pero estoy aquí, no tengas miedo, no va a pasarte nada ... Soy viejo, pero tendré fuerzas mientras haga falta, mientras seas un pequeño mango verde que necesita al viejo árbol.
En apenas 126 páginas (yo lo leí en una tarde), se conoce la soledad que trae el exilio, y la lucha por preservar la identidad en un ambiente desconocido y por momentos hostil.
Busquen este libro y disfruten de la narrativa de Philippe Claudel, nombre que no olvidaran fácilmente.
Ana Ovejero
mail: ana.ovejero@gmail.com
instagram:ananbooks
Fantástico y emotivo como pocos... más que muy recomendable!
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