
La protagonista Sofía cuenta ,desde las sierras de alguna provincia argentina, como era su vida en Eslovenia, algo que atesora e idealiza como todo inmigrante. Sin embargo, nosotros los lectores, vemos más allá y vislumbramos las penumbras que la hicieron escapar hacia una tierra remota: la hambruna y la guerra.
Luka, el narrador, es descendiente de eslovenos y a partir de su intento de construir su historia familiar es que conocemos a Ana (bisabuela de la escritora), y luego a Ladisla y Polde, los únicos dos sobrevivientes de la guerra de sus seis hijos varones. Descubrimos los bosques y la nieve, la iglesia de Predgrad, el correr del Kolpa, olores y sabores que los viajeros retienen para si mismos, para no perder ese lugar al que llaman hogar.
Así encontraremos a Polde y su hermana Marija en Argentina, y su hijo Luka, quién será el que vuelva a Eslovenia a reencontrarse con todo aquello que sus parientes le contaron.
A esta novela se la describe como romántica y, sin embargo, a mí que no me gustan las historias románticas, me gustó. Hay ciertos momentos dónde el lector se zambulle entre los árboles y escapa, cruzando la noche con los lobos en los talones, el frío agrietando los labios y enrojeciendo las narices, un pedido imposible y, más allá, el amanecer envolviéndolo todo.
Ana Ovejero
mail: ana.ovejero@gmail.com
instagram:ananbooks
No comments:
Post a Comment