Friday, August 7, 2020

Soldados de Salamina (Javier Cercas)

 

¿Es Soldados de Salamina una ficción? ¿O una historial real? El narrador del relato es un periodista llamado Javier Cercas, como el autor, quién investiga el escape del falangista Rafael Sánchez Mazas de un fusilamiento. Éste cuenta que durante su huida, escondido en el bosque, es descubierto por un soldado republicano quién ni le dispara ni lo delata. El protagonista se pregunta si los hechos no "estarían barnizados por esa pátina de medias verdades  y embustes que prestigia siempre un episodio remoto". 

 

Ante esta duda, comienza un investigación para encontrar la (posible) verdad detrás del relato. Así, el libro muestra los diferentes pasos del periodista, quién pronto entiende que la memoria es tiznada no solo por sentimientos y perspectivas, sino también por intereses políticos.
 
Sánchez Mazas explica que sobrevivió gracias a unos jóvenes republicanos que eran miembros de la retirada ante el avance de los franquistas, a quién él llama "los amigos del bosque" y a quienes jura protección. Sin embargo, cuando la investigación se paraliza, el periodista vuelve a su mediocre trabajo en el diario. En uno de los encargos, lo envían a entrevistar al escritor chileno Roberto Bolaño (¿el verdadero?), quién le menciona a un ex-combatiente republicano llamado Antoni/Antonio Miralles con el que pasaba los veranos en una playa de Djon en Francia. Bolaño le cuenta a Cercas sobre la vida de soldado de Miralles y éste se convence que es el soldado republicano que perdonó la vida de Sánchez Mazas. Se decide a encontrarlo, pero al primer obstáculo desiste. Es su novia Conchi (un personaje brillante) quién lo convence, se une en la búsqueda y juntos llegan a contactarse con más de 80 casas para adultos mayores en Francia.
 
 Cuando finalmente lo encuentran, Miralles se niega a hablar.  Testaruda, Conchi obliga a Cercas a viajar a Djon. Alli encuentra a un viejo mal herido por un ACV, que se maneja con bastón pero no ha perdido su espíritu rebelde, fumando a escondidas de las monjas y teniendo siempre una petaca a mano para agregarle al café. Sin embargo, cuando el periodista le explica la razón de la entrevista, Miralles le espeta, 
 
"Una guerra es una guerra. Y no hay nada más que entender. 
Yo lo sé que me pasé tres años pegando tiros por España.
¿Sabe? ¿Y cree usted que alguien me lo ha agradecido?...
Nunca nadie me ha dado las gracias 
por dejarme la juventud
peleando por su mierda de país."
 
 
¿Es Miralles el soldado que le perdonó la vida a Sánchez Mazas? Miralles ahora tiene 80 años y ante las preguntas de Cercas, los recuerdos de la crudeza de la Guerra Civil Española vuelven. (Me disculpo por tan larga cita, pero creo que muestra la valentía de los sobrevivientes)
 
"Eran tan jóvenes... Murieron todos. 
Todos muertos. Muertos. Muertos. Muertos. Todos.
 Ninguno probó las cosas buenas de la vida:
ninguno tuvo una mujer para él solo,
 ninguno conoció  la maravilla de tener un hijo 
y que su hijo, con tres o cuatros años, 
se metiera en su cama, entre su mujer y él,
 un domingo por la mañana,
 en una habitación con mucho sol...
A veces sueño con ellos,
 y entonces me siento culpable:
 les veo a todos, intactos y saludándome entre bromas, 
igual de jóvenes que entonces,
 porque el tiempo no corre para ellos,
 igual de jóvenes y preguntándome porqué no estoy con ellos,
 como si los hubiese traicionado, 
porque mi verdadero lugar estaba allí"
 
 
 
En memoria de:
 
 Joan García Segueí
Lela García Segueí 
Miquel Cardos
el Gordo Odena
Santi Brugada
Jordi Gudayol 
 
 
  
 
mail:ana.ovejero@gmail.com
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facebook: ana ovejero
 

 

 

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