Friday, September 1, 2017

Esperanzado (relato propio)



Esperanzado

El doctor se despertó atontado. Se había dormido. Había apagado la alarma con un puñetazo, y siguió durmiendo nomas.

Abrió la ducha, desvistiéndose apurado. Dejó que el agua lo despertara. Una afeitada al ras, rápida.

Subió a su auto, organizando su portafolio al mismo tiempo que encendía el motor.

Llegó a la clínica dos horas tarde. Su secretaria lo miró preocupada. Le pasó las historias clínicas y él, poniéndose su delantal blanco, atendió a su primer paciente.

Era Roberto. Desahuciado, le contó su vida por enésima vez. Su corazón estaba débil, abandonándolo. Ya había tenido dos paros cardíacos y le habían colocado marcapasos. Su patología era hereditaria, su padre y su abuelo se la habían pasado sin saber, ambos muriendo jóvenes por fallos cardíacos.


Su situación era terminal. Ya no había nada más que hacer que hablarle, calmarlo, engañarlo, dándole un día más de vida.

El doctor le había hablado de un nuevo tratamiento. Una serie de inyecciones que regulaban su arritmia eterna. Una vez a la semana Roberto se presentaba, religiosamente.

El doctor fue detrás del biombo. Como lo hacía últimamente, llenó la jeringa con agua de la canilla. Se la aplicó a Roberto, quién aguantó el pinchazo, esperanzado.

Ana Ovejero

mail: ana.ovejero@gmail.com
instagram:ananbooks

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